miércoles, 3 de marzo de 2010

Singularidades de una chica rubia






Singularidades de una chica rubia puede hacernos añorar al gran Oliveira de otros tiempos, pero nos confirma que quizá ningún otro cineasta sería capaz de sacar tanto partido a un material argumental tan nimio y, a la vez, sorprendernos.
Estamos en la Lisboa actual, sin embargo los personajes viven en otro tiempo, actúan según unas reglas que sólo tuvieron sentido en el pasado o quizá sólo en un mundo literario.

1 comentario:

QCompson dijo...

Ais, ¡qué pena! No pude ir a verla, fui a la charla de Rosa Montero. Creo que elegí mal. Cachis. ¡Qué tío el Oliveira! ¿Tiene más de cien años no? Es impresionante, la dieta lisboeta va a ser mejor que la mediterránea