jueves, 30 de abril de 2009

Oda a la bicicleta











Oda a la bicicleta


Iba por el camino crepitante: el sol se desgranaba como maíz ardiendo y era la tierra calurosa un infinito círculo con cielo arriba azul, deshabitado.Pasaron junto a mí las bicicletas, los únicos insectos de aquel minuto seco del verano, sigilosas, veloces, transparentes: me parecieron sólo movimientos del aire. Obreros y muchachas a las fábricas iban entregando los ojos al verano, las cabezas al cielo, sentados en los élitros de las vertiginosas bicicletas que silbaban cruzando puentes, rosales, zarza y mediodía. Pensé en la tarde cuando los muchachos se laven, canten, coman, levanten una copa de vino en honor del amor y de la vida, y a la puerta esperando la bicicleta inmóvil porque sólo de movimiento fue su alma y allí caída no es insecto transparente que recorre el verano, sino esqueleto frío que sólo recupera un cuerpo errante con la urgencia y la luz, es decir, con la resurrección de cada día.


Pablo Neruda, 1956, Tercer libro de las odas




...una pista de lo que voy a hacer en estos días, y vosotros?


Feliz finde!!

2 comentarios:

Mai dijo...

Me encantan las bicicletas retro..
¡Un besito!

Anónimo dijo...

Muchas gracias por al comentario Kathy!!

A mí también me encantan!!

Por cierto, tienes un blog magnífico!!

Alábega